viernes, 13 de abril de 2012

Viva la paz. La paz viva.


La historia en los libros son palabras muertas.

La historia en la vida son los cimientos del futuro.

Que cada quien conozca el pasado del mundo,  las transformaciones de las herramientas con las que forja el día a día.

El mozuelo con el cuatro llanero que no cantó, que aprendió del arte la huerta y la ceniza, calló las cuerdas el día de la ausencia de la violencia, porque al fusil no se le expropia la tierra con canciones.

Amor y rabia de los lenguajes, la construcción del ágora sincera, poesía, guitarras.

Si la acallan la guerra.

Libertarios de dinamita y letras.

A.G.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Bandera

Con motivo del emplazamiento de la estatua de Alexander Puskin “poeta del pueblo”, tras la facultad de comunicaciones (bloque 12) de la U de A, se trae a colación el escrito “Bandera” de Antonio Gil.
Al acto asistió la caterva de godolandia (concejo universitario), lo paradójico es que no fue precisamente un acto de gran acogida por parte del estudiantado; predominó el protocolo y los formalismos de siempre.


Bandera

Amarillo de condena saqueado por reyes, oligarcas, españoles y yanquis.

Azul sanitario donde se vierte el desecho de la industria voraz,  alienante y mezquina.

Rojo de la sangre derramado por los patriotas: hombres, mujeres, estudiantes, indígenas, trabajadores, guerrilleros y soldados. Gentes de ideas de libertad rejuvenecida. Gentes carne de cañón: escudo humano de ideas caducas, empobrecidas y asfixiantes.

Por el dinero no se ha derramado gota que merezca un cauce entre la tierra fecunda de nuestramérica y el mundo.

Por las palabras en las entrañas del asfalto y los caminos de herradura, fundida con la tierra desde el caudal de las venas, alimentando rosas, prendidas al papiro, al grito impasible, ni un paso atrás.

A. G.

jueves, 17 de febrero de 2011

De rodillas pues!!!


DE RODILLAS.

Bautizo es el había-una-vez de un cuento de horror que por obra y gracia de los hombres se disfraza de verdad, para sembrar la semilla de miedo y sumisión que ha de redimir a esos bienaventurados hombres santificados que se revuelcan a placer en sus montañas de dinero.

Amén. 
A.G.

domingo, 6 de febrero de 2011

Oda al mar / Pablo Neruda


Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
Oh mar, así te llamas,
oh camarada océano,
no pierdas tiempo y agua,
no te sacudas tanto,
ayúdanos,
somos los pequeñitos
pescadores,
los hombres de la orilla,
tenemos frío y hambre
eres nuestro enemigo,
no golpees tan fuerte,
no grites de ese modo,
abre tu caja verde
y déjanos a todos
en las manos
tu regalo de plata:
el pez de cada día.

Aquí en cada casa
lo queremos
y aunque sea de plata,
de cristal o de luna,
nació para las pobres
cocinas de la tierra.
No lo guardes,
avaro,
corriendo frío como
relámpago mojado
debajo de tus olas.
Ven, ahora,
ábrete
y déjalo
cerca de nuestras manos,
ayúdanos, océano,
padre verde y profundo,
a terminar un día
la pobreza terrestre.
Déjanos
cosechar la infinita
plantación de tus vidas,
tus trigos y tus uvas,
tus bueyes, tus metales,
el esplendor mojado
y el fruto sumergido.

Padre mar, ya sabemos
cómo te llamas, todas
las gaviotas reparten
tu nombre en las arenas:
ahora, pórtate bien,
no sacudas tus crines,
no amenaces a nadie,
no rompas contra el cielo
tu bella dentadura,
déjate por un rato
de gloriosas historias,
danos a cada hombre,
a cada
mujer y a cada niño,
un pez grande o pequeño
cada día.
Sal por todas las calles
del mundo
a repartir pescado
y entonces
grita,
grita
para que te oigan todos
los pobres que trabajan
y digan,
asomando a la boca
de la mina:
"Ahí viene el viejo mar
repartiendo pescado".
Y volverán abajo,
a las tinieblas,
sonriendo, y por las calles
y los bosques
sonreirán los hombres
y la tierra
con sonrisa marina.
Pero
si no lo quieres,
si no te da la gana,
espérate,
espéranos,
lo vamos a pensar,
vamos en primer término
a arreglar los asuntos
humanos,
los más grandes primero,
todos los otros después,
y entonces
entraremos en ti,
cortaremos las olas
con cuchillo de fuego,
en un caballo eléctrico
saltaremos la espuma,
cantando
nos hundiremos
hasta tocar el fondo
de tus entrañas,
un hilo atómico
guardará tu cintura,
plantaremos
en tu jardín profundo
plantas
de cemento y acero,
te amarraremos
pies y manos,
los hombres por tu piel
pasearán escupiendo,
sacándote racimos,
construyéndote arneses,
montándote y domándote
dominándote el alma.
Pero eso será cuando
los hombres
hayamos arreglado
nuestro problema,
el grande,
el gran problema.
Todo lo arreglaremos
poco a poco:
te obligaremos, mar,
te obligaremos, tierra,
a hacer milagros,
porque en nosotros mismos,
en la lucha,
está el pez, está el pan,
está el milagro.

viernes, 28 de enero de 2011

Salud, Graffiti y amor


Sisea la idea en su transito hacia la viva voz, desde guerreros silenciosos, apresurados y pacientes. Cada partícula habla siempre, son prolongaciones de la lucha, sacudiendo el interrogante callado. Hablan en la calle, por el oprimido, por la vida, por el hambre.
Gritan sobre los muros arrebatándole al poder las letras, los brazos y los corazones, para devolvérselos a la vida. A ese caudal indomable que no cesa de ser libre.

Antonio Gil.

martes, 18 de enero de 2011

Los perros

PERRO SEMIHUNDIDO.


PERRO MORIBUNDO.

¿De donde vino lo serio o lo mezquino entre ondulaciones pardas, que pasó con la quimera que me esboza una sonrisa? Señorita, es usted un vuelco arracional a prueba de moribundos. ¿A dónde irá mañana entre mis ánimos, donde estaré yo entre las nubes y el asfalto, es usted el lienzo de la paranoia que quiere salvarme los sueños otro segundo?

...Yacía tendido sobre mi cama, succionado entre las sabanas por el agujero negro de mi pecho. Pesaba que mañana sería mejor, o no sería nada; en otras palabras: un titán sin piernas, algo que crece a costa de su fuerza, un roble sin la ternura del ocaso. Por los pasillos donde alguna vez corrió indómita la música se deslizaba un susurro moribundo, canciones de atmósferas en soledad eterna por mis venas dilatadas. Mi corazón bombeaba aire y yo deseaba que se callara de una vez.

Su recuerdo avivó una hoguera, quisiera saber su nombre, pero lo último parecido a este momento me heredó una temporal pero profunda aversión al amor.
A. G.